Oración a la Virgen
¡Oh Santísima Virgen María! ,
Que para inspirarnos una confianza sin límites
habéis querido tomar el dulcísimo nombre
de Madre del Perpetuo Socorro.
Yo os suplico me socorrais en todo tiempo y en todo lugar:
en mis tentaciones, después de mis caídas, en mis dificultades,
en todas las miserias de la vida y, sobre todo, en el trance de la muerte.
Concededme, oh amorosa madre, el pensamiento y la costumbre de recurrir siempre a vos, porque estoy cierto de que si soy fiel
en invocaros vos sereis fiel en socorredme.
Obtenedme, pues, esta gracia de las gracias, la gracia de suplicaros si cesar
con la confianza de un hijo, a fin de que por la virtud de esta súplica constante
obtenga vuestro perpetuo socorro y la perseverancia final.
Bendecidme (+), ¡oh tierna y cuidadosa Madre!, y rogad por mi ahora y en la hora de mi muerte. Así sea.
Seáis amada, seáis alabada, seáis invocada, seáis eternamente bendita, Oh Virgen del Perpetuo socorro, mi esperanza, mi amor, mi refugio y mi vida. Amén.
0 Comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal